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Prevenir el sobrepeso en los niños significa tomar decisiones inteligentes sobre la forma en que su familia se alimenta y hace ejercicio y sobre cómo pasan el tiempo cuando están juntos. Ayudar a los niños a llevar un estilo de vida saludable empieza con el buen ejemplo de los padres.
La obesidad aumenta las probabilidades de que un niño desarrolle problemas médicos que pueden afectar a su salud actual y futura. Entre ellos, se incluyen afecciones graves como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y el colesterol alto, que antes se consideraban como exclusivas de la etapa adulta.
Los niños obesos y con sobrepeso también se exponen a tener:
Los factores de riesgo cardiovascular (como la hipertensión arterial, el colesterol alto y la diabetes) presentes en la infancia favorecen el desarrollo de enfermedades cardíacas (como una insuficiencia cardíaca) y accidentes cerebrovasculares en la etapa adulta. La prevención y el tratamiento del sobrepeso y de la obesidad durante la niñez pueden ayudar a protegerlos de estos problemas durante la etapa adulta.
Los niños obesos también pueden tener problemas emocionales (como la baja autoestima), ser rechazados por sus compañeros y/o recibir acoso escolar o bullying. Los niños que están descontentos con su peso son más proclives a:
El IMC (índice de masa corporal) utiliza las medidas de estatura y de peso para estimar la cantidad de grasa corporal que tiene una persona. Pero calcular el IMC sin ayuda puede ser complicado. Es más fácil utilizar una calculadora de IMC.
En una gráfica estándar de IMC, los niños de entre 2 y 19 años pertenecerán a una de las siguientes cuatro categorías:
En los niños menores de dos años, los médicos se basan en gráficas de peso por longitud, en vez de IMC, para saber cómo se relacionan ambas medidas. Todo niño que se encuentre en el percentil 85 o por encima de él se considera que pesa más de lo que debería pesar.
El IMC no es una medida perfecta de la grasa corporal y en algunos casos puede llevar a confusión. Por ejemplo, una persona con la musculatura muy desarrollada puede tener un IMC alto sin tener sobrepeso (porque su desarrollo muscular aumenta su peso corporal, pero no su cantidad de grasa). Además, es posible que durante la pubertad, momento en el cual se experimentan períodos de crecimiento rápido o “estirones”, el IMC sea difícil de interpretar. Recuerde que el IMC suele ser un buen indicador de la grasa corporal, pero no es una medida directa.
Si usted está preocupado, lleve a su hijo al médico. El médico le hará algunas preguntas sobre sus hábitos alimentarios y de actividad física y le dará algunas recomendaciones para que haga cambios positivos en el estilo de vida. También es posible que el médico le pida un análisis de sangre para descartar algunos problemas de salud que se asocian a la obesidad.
Dependiendo del IMC (o de la medida de longitud por peso) de su hijo, y de su estado de salud, es posible que su médico lo remita a un nutricionista o dietista titulado o a un programa integral de control de peso.
Hay diversos factores que contribuyen a que una persona tenga sobrepeso. Los hábitos alimenticios, la falta de ejercicio, la genética o la combinación de todos estos factores, pueden ser la causa. En algunos casos, una ganancia excesiva de peso se debe a problemas endocrinos, síndromes genéticos y/o la toma de determinados medicamentos.
Gran parte de lo que comemos es fácil y rápido de preparar, desde las comidas rápidas cargadas de grasa hasta los alimentos precocinados y procesados. Tenemos los horarios tan apretados que nos queda poco tiempo para preparar comidas más saludables o para hacer algo de ejercicio. El tamaño de las raciones, tanto cuando comemos en casa como fuera de casa, ha aumentado de forma considerable.
Además, hoy en día la vida es sedentaria. Los niños pasan más tiempo jugando con equipos electrónicos que jugando activamente al aire libre.
Los niños que pasan más de cuatro horas diarias delante de pantallas tienen más probabilidades de tener sobrepeso en comparación con aquellos que se pasan dos horas o menos. Los niños que tienen un televisor en el dormitorio tienen más probabilidades de tener sobrepeso.
Muchos niños no hacen suficiente actividad física. Los niños mayores y los adolescentes deben hacer un mínimo de 60 minutos de ejercicio físico, de moderado a vigoroso, cada día, incluyendo tanto actividades de tipo aeróbico como ejercicios de tonificación muscular. Los niños de dos a cinco años deben jugar de forma activa varias veces al día.
Los factores genéticos pueden desempeñar un papel en el peso de un niño. Nuestros genes ayudan a determinar el tipo de cuerpo que tenemos y la forma en que cada uno almacenamos y quemamos la grasa. Pero los genes solos no pueden explicar la actual crisis de obesidad. Puesto que tanto los genes como los hábitos se transmiten de una generación a la siguiente, es posible que varios miembros de la misma familia tengan problemas de sobrepeso.
Los miembros de la misma familia tienden a tener hábitos alimentarios, niveles de actividad física y actitudes similares ante el sobrepeso. El riesgo de obesidad de un niño aumenta considerablemente si uno o ambos padres tienen sobrepeso o son obesos.
La clave para conseguir que los niños de todas las edades mantengan un peso saludable consiste en implicar a toda la familia. Haga de la alimentación saludable y de la práctica del ejercicio físico una cuestión de familia. Haga que su hijo colabore en la planificación y la preparación de comidas saludables. Lléveselo con usted cuando vaya a comprar alimentos. Enséñele a escoger alimentos saludables.
Evite caer en las trampas más frecuentes:
He aquí algunas recomendaciones adicionales para niños de todas las edades:
Hable a sus hijos sobre la importancia de alimentarse bien y de estar activo. Sea un buen ejemplo de comer bien, hacer ejercicio y mantener hábitos saludables a lo largo del día. Convierta esto en un asunto de toda la familia para que todos acaben por automatizarlo.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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