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Los angiofibromas nasofaríngeos juveniles son tumores que se desarrollan en la zona que hay detrás de la nariz. Estos tumores son benignos (no cancerosos), pero pueden dañar los nervios y los huesos, taponar los oídos y obstruir los senos nasales. La mayoría de estos tumores ocurren en adolescentes de género masculino.
Estos tumores solo causan síntomas cuando son lo bastante grandes como para impedir que pase el aire a través de la nariz o para ejercer presión sobre partes de la nariz y de los senos nasales.
Es posible que los niños con este tipo de tumores tengan:
Cuando el tumor crece, es posible que los niños también tengan:
Los médicos no saben con seguridad cuál es la causa de este tipo de tumores. Pero muchos creen que las células que los forman son restos de las primeras etapas del embarazo.
Los médicos preguntarán al niño por los síntomas propios de este tipo de tumores, como dificultades para respirar por la nariz, y lo explorarán. A veces, el médico puede ver el tumor cuando observa el interior de la nariz o de la boca. De todos modos, la mayoría de los angiofibromas nasofaríngeos juveniles solo se pueden ver cuando el médico utiliza una cámara diminuta (endoscopio) para observar el interior de la nariz.
El médico remitirá al niño a un especialista en oído, nariz y garganta (llamado otorrinolaringólogo) para que lo diagnostique y lo trate.
Detrás de la nariz pueden crecer muchos tipos de tumores. Por eso, el otorrinolaringólogo hará una endoscopia y otras pruebas, como las siguientes:
Estos tumores pueden ser difíciles de tratar si se extienden al hueso que separa la parte posterior de la nariz del cerebro e invaden los senos nasales o las cuencas de los ojos (órbitas).
Un equipo de especialistas colabora para tratar este tipo de tumores. Este equipo puede incluir expertos en:
Por lo general, la cirugía (operar al paciente) es la primera opción de tratamiento. A veces, se recomienda el tratamiento guiado por la imagen antes de operar para reducir tanto el tamaño del tumor como la hemorragia durante la operación. En la mayoría de los casos, la operación se realiza sin hacer ninguna incisión externa, utilizando una cámara acoplada al extremo de un tubito que se introduce por la nariz (cirugía endoscópica).
Es posible que los cirujanos no puedan extraer la totalidad de un angiofibroma nasofaríngeo juvenil que ha invadido los senos nasales o los huesos de la parte posterior de la nariz. Si esto ocurre, existe la posibilidad de que el tumor se reproduzca después de haberlo operado. A veces, los médicos usan la radioterapia o la medicación para frenar el crecimiento del tumor.
Los angiofibromas nasofaríngeos juveniles pueden crecer hasta bien entrada la edad adulta; por lo tanto, los pacientes necesitan hacerse estudios de diagnóstico por la imagen (TC o RM) periódicamente para saber si el tumor les vuelve a crecer. Los pacientes tendrán que asistir a visitas de seguimiento con su equipo médico hasta que sean adultos jóvenes.
Puesto que los angiofibromas nasofaríngeos juveniles casi siempre afectan a adolescentes de género masculino, los científicos están buscando maneras de tratar estos tumores con hormonas, bloqueadores hormonales y otros medicamentos.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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