La enfermedad de células falciformes es un grupo de afecciones en la que los glóbulos rojos no tienen la forma que deberían tener. Los glóbulos rojos usualmente tienen el aspecto de discos redondeados. Pero en la enfermedad de células falciformes, los glóbulos rojos son en forma de hoz o de luna creciente.
Las células en forma de hoz pueden causar problemas dado que:
La enfermedad de células falciformes hace que los glóbulos rojos tengan forma de hoz o falciforme en lugar de redondeada. Veamos qué puede ocurrir y como pueden ayudar los medicamentos.
Los dos síntomas más comunes de la enfermedad de células falciformes son el dolor y la anemia.
El dolor causado por la enfermedad de células falciformes se denomina crisis de dolor o crisis vaso oclusiva. En una crisis de dolor:
A veces, el dolor se puede controlar en casa. Pero las personas con dolor grave se pueden tener que tratar en un hospital.
Entre los signos de la anemia, se incluyen los siguientes:
Las personas con anemia falciforme (o drepanocítica) pueden desarrollar ictericia (la piel y el blanco de los ojos adquieren una tonalidad amarillenta). Esto ocurre porque los glóbulos rojos en forma de hoz se descomponen más deprisa que los glóbulos rojos normales.
Las personas con una enfermedad de células falciformes pueden requerir atención médica inmediata por los siguientes problemas:
La gente con una enfermedad de células falciformes también corre un mayor riesgo de tener problemas como úlceras en las piernas, lesiones óseas o articulares, cálculos biliares, daño renal y lesiones oculares. Los niños pueden tener retraso en el crecimiento y pubertad retrasada.
La frecuencia y la gravedad de los síntomas y problemas varían mucho entre las diferentes personas con enfermedad de células falciformes.
La enfermedad de células falciformes es un grupo de afecciones que se transmiten de padres a hijos a través de sus genes. El tipo de enfermedad de células falciformes que tiene una persona depende de los genes de hemoglobina que cada padre le transmite. La hemoglobina es la proteína que contienen los glóbulos rojos y se encarga de trasportar oxígeno. Alguien con la enfermedad de células falciformes tiene al menos un gen de las células falciformes. El otro gen de la hemoglobina puede ser otro gen de células falciformes o un gen para un tipo diferente de hemoglobina anormal. Los genes hacen que el cuerpo produzca hemoglobina lo cual hace que los glóbulos rojos adquieran forma de hoz.
He aquí cómo los genes de células falciformes pueden darse en las familias:
La enfermedad de células falciformes y el rasgo de células falciformes se suelen diagnosticar al nacer mediante un análisis de sangre que forma parte de las pruebas de cribado neonatal. Si un lactante puntúa positivo en la prueba de cribado, una segunda prueba (llamada electroforesis de hemoglobina) confirmará el diagnóstico.
La enfermedad de células falciformes también se puede diagnosticar antes de que nazca el bebé con una prueba que se hace con una muestra de líquido amniótico o de tejido procedente de la placenta.
La enfermedad de células falciformes es una afección de por vida. El tratamiento ayuda a las personas con enfermedad de células falciformes a evitar problemas y mantenerse activas. El plan de tratamiento incluye:
Los médicos pueden recomendar otros tratamientos para un niño con enfermedad de células falciformes, como los siguientes:
El trasplante de células madre (también conocido como "trasplante de médula ósea") es la única cura conocida de la enfermedad de células falciformes. Los trasplantes son complejos y arriesgados, pero a menudo muy exitosos. Actualmente son una opción solo para algunos pacientes.
Los científicos y los médicos están utilizando ensayos clínicos para desarrollar nuevos medicamentos de manera que puedan tratar y prevenir problemas. También están estudiando la terapia génica como una posible cura para la anemia de células falciformes al cambiar o reemplazar el gen anormal que la causa.
Pida inmediatamente ayuda médica de urgencias si su hijo tiene cualquiera de los siguientes problemas:
Cuando su hijo tiene la enfermedad de células falciformes, hay muchas cosas que puede hacer para ayudar:
Aprenda todo lo que pueda sobre la enfermedad de células falciformes. Informe a todos los médicos sobre la afección, sepa cómo cuidar a su hijo y los signos de problemas a los que debe estar atento.
Lleve a su hijo a todas las visitas con sus médicos y especialistas. Lleve un registro de los síntomas y comparta sus preocupaciones.
Ayude a su hijo a evitar los desencadenantes de las crisis de dolor:
Tome decisiones saludables. Prepare y coma alimentos saludables y manténganse activos como familia. A medida que su hijo crezca, asegúrese de que su hijo sepa que no debe fumar, beber alcohol ni usar drogas porque pueden causar dolor y otros problemas.
También puede encontrar más información y más apoyo en línea en:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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